Desde hace treinta años, a todas las marcas de franquicias en México les ha llegado su hora para cambiar o modificar sus sistemas, sus productos; pero a pesar de ello, sólo las mejores han sobrevivido a la serie de cambios y regulaciones que, particularmente en México, los empresarios del sector, desde la primera orden de hamburguesas Mc Donalds que se vendió en México, los empresarios forman parte de una espiral mediática en donde se ha beneficiado y en ocasiones, también han sido perjudicados.
Desde ese entonces, el desfile de marcas que prometían un éxito asegurado a los inversionistas era crítico.
Muchas no tenían la veracidad necesaria para la permanencia, otros tuvieron gran demanda y una pésima operación del corporativo y muchas otras, no vendieron nada nunca, por la irrealidad de sus conceptos.
Con la historia a cuestas, con errores y aciertos, la comercialización de las franquicias fue creando su propia historia, en donde las mejores prácticas fueron desplazando a las que carecían de visión. Entre estas prácticas nos encontramos dos particularidades de las empresas que persistieron en la comercialización de sus marcas:
1.- Se adaptan perfectamente al cambio.
No esperan a que los legisladores eroguen leyes, o los presidentes de tal o cual cámara definan una ley en donde sean beneficiados, sólo salen a ofrecer su concepto, con la firme intención de comercializar un sueño lleno de realidad.
2.- La rapidez con la que crean o realizan un cambio en la empresa.
La tecnología que adopta la franquicia es vital, ya que un negocio que actúa conforme a las necesidades de sus clientes y, además les provee soluciones en menor tiempo, SIEMPRE estará a la vanguardia. Por eso, dice uno de mis dichos favoritos: el diablo está en los detalles y más aún, cuando se trata de elegir franquicia: hay que identificar el componente de innovación.
3.- Analizan las empresas que van a comercializar
Además, tiene mucho que ver el canal de comercialización por el cual, se adquieren las franquicias. En esta opción, las tiendas especializadas en el otorgamiento o “venta” de franquicias, tienen que analizar previamente los casos de las empresas que van a comercializar, por ello, es una plusvalía extra, la cual beneficia a todos: a la marca que franquicia, al franquiciatario, y por encima de todos ellos: a los clientes finales.
Como conclusión, podemos aconsejarles que antes de adquirir un modelo de este tipo, hay que remontarse a su historia, su trayectoria y en medida de lo posible, los mecanismos de su comercialización, todo esto podría ayudarles a elegir más fácilmente la marca de acuerdo a sus intereses.