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En el marco del Panel “Emprender con impacto social”, realizado en la Semana del Emprendedor 2016 y moderado por Ferenz Feher, CEO de Feher & Feher, consultoría socialmente responsable especializada en negocios y franquicias nacionales e internacionales, los participantes, representantes de diversos proyectos de impacto social, explicaron que ningún emprendimiento social está peleado con la generación de utilidades, pues son las ganancias financieras las que permiten la sobrevivencia del proyecto. Además, aseguraron que, aunque los financiamientos que ofrece el gobierno pueden ser de gran utilidad, éstos no son necesarios para emprender o perseverar en el sueño de tener un negocio que impacte favorablemente a la sociedad.
“Un emprendimiento social no deja de tener un fin económico -en la mayoría de los casos-, aunque su objetivo, por encima del dinero, es el apoyar e impactar a las comunidades más necesitadas, el realizar negocios que llevados a la vida real nos ayuden a mitigar problemáticas sociales y que nos ayuden en el beneficio del país y del planeta, a encontrar soluciones a las bases de las pirámides. No está peleado el ser lucrativo con devolverle a la sociedad algo de lo que ésta nos ha dado”, enfatizó Ferenz Feher.
Jaime Alberto Murra, director comercial de Maxilux, ahorro de energía por iluminación con leds y paneles fotovoltaicos, cuyo beneficio social está directamente relacionado con el cuidado del medio ambiente, aseguró que hablar en términos sociales no está peleado con el lucro del negocio, más bien es un impulsor muy fuerte. “Hay una serie de rangos en el medio, pero las utilidades son indispensables para la sobrevivencia del proyecto. Si sólo se tuviera un ingreso por medio de las donaciones, no habría capital suficiente.”
En este sentido, Alejandro Souza fundador de Pixza, un proyecto social que vende pizza con sabores mexicanos y a través del cual se busca sacar de la calle a indigentes para trabajar en las pizzerías y reintegrarlos socioeconómicamente, aseguró que una empresa como la suya busca solucionar un problema social, pero no puede estar separada del grupo. “Cuando le regalas algo a alguien, favoreces el conformismo. Cuando hay un producto o un servicio con valor, éste debe monetizarse. Cuando ganas más dinero, favoreces a todo el mundo”, aseguró.
Aldo Uribe, fundador de Tumbiko, un proyecto de joyería artesanal con baño de oro, que da trabajo a una red de artesanos de ciertas comunidades en Guerrero, para que su trabajo sea mejor pagado, valorado y trascienda las fronteras, resaltó que “en México el emprendimiento social es muy importante, pues el gobierno no puede solo”. Los emprendedores deben buscar esos recursos para llevarlo a las comunidades más susceptibles y que están alejados de la ayuda gubernamental. Además, todos sabemos de algún problema que requiere solución; lo importante es querer ayudar.
Ejemplo de esto último es Yaxché, un servicio de recolección de desechos y procesos de reciclaje de focos y lámparas, de todos sus componentes: vidrio, mercurio, etc., y cuya fundadora, Miriam Pérez, explica que ellos quieren instalar una planta para separar todos los desechos y darles trabajo a personas de comunidades rurales. Sin embargo, no ha sido fácil.
Aunque claro, el tener un apoyo por parte del gobierno ayuda, pues abre muchas puertas. Así lo refirió Alejandro Comi, de El Café de los Sentidos, un café sustentable a domicilio que busca apoyo para abrir su primera cafetería y ayudar a personas débiles visuales o con cualquier otra situación de vulnerabilidad, y quien fuera ganador en 2015 por parte de la Secretaría de Economía y el Instituto Nacional del Emprendedor para que su proyecto fuera incubado en Feher & Feher.
Lo que es una realidad, es que no por ser un proyecto social se abren completamente las puertas. “Sí hay apoyos gubernamentales, como las convocatorias, pero lo importante es seguir buscando oportunidades y trabajar incluso un poco más que los demás, porque hay que ver que ese proyecto social que estás impulsando funcione igual para todas las partes”, aseveró Aldo Uribe y coincidieron con él el resto de los emprendedores.
Sin embargo, Pixza no ha accedido a apoyos gubernamentales. Sabe que existen, pero sabe que dependen de alianzas. “Sí hay una oportunidad de unificar y clarificar, pero es hay mucha competencia. El modelo no debe estar centrado a sólo bajar recursos o aspirar ellos, pues en eso se invierte mucha energía. Sí ayuda, pero no es la solución”, enfatizó Alejandro Souza.
Ferenz Feher puntualizó explicando que emprender y hacerlo socialmente no tiene una tarea sencilla; es algo con muchas aristas. Sin embargo, el que emprende tiene un ADN especial, que lo hace levantarse cuando se cae. “Claro, un tema es el negocio y otro es el de conseguir el capital. Es decir, sí hay que aspirar al apoyo gubernamental, pero el emprendedor no debe concentrarse en conseguirlo, si no en tener una idea que realmente impacte y genere utilidades, pues el apoyo lo reciben aquellos que son innovadores.”
Finalmente, los emprendedores aconsejaron a los que están buscando un proyecto para emprender o tienen un sueño que desean realizar, que antes de arrancar cualquier cosa primero se conozcan muy bien, a profundidad. Saber por qué se empezó y tomar decisiones rápidas; deberán estar muy comprometidos con su proyecto, pues seguramente habrá un día que quieran tirar la toalla. Lo fundamental es descubrir el genio interno que hay en cada uno, pues entre mejor se conozcan, mejor estarán alineados con los objetivos de la empresa.