El riesgo es inherente a los negocios, pero una adecuada identificación y planeación nos puede llevar a reducirlos, prevenirlos y tener una adecuada respuesta. Para adquirir una franquicia, debes: investigar, documentar y buscar siempre el ganar-ganar entre franquiciante y franquiciatario. Es mejor trabajar en equipo.
Aquí te presentamos cuatro riesgos de comprar una Franquicia y de qué manera evitarlos.
1. Comprar la franquicia equivocada.
Esto ocurre cuando como inversionistas hacemos la compra sin haber investigado previamente, desde qué es una franquicia, cómo funciona, hasta los detalles propios de la marca de interés, para saber si es realmente lo que esperamos, si tenemos la experiencia necesaria para su operación, si contamos con el capital requerido, si el tiempo que tenemos disponible para dedicarle es suficiente, entre otros detalles.
Solución
Para evitar este riesgo, debemos preguntar e investigar lo más posible antes de comprar, y de ser posible, entrevistarnos con algún franquiciatario actual de la marca. Otra forma de prevenir este error, es buscar aquélla franquicia que vaya de acuerdo con nuestros gustos y características, que sea compatible con nuestro proyecto de vida.
2. No obtener la rentabilidad esperada.
Algunos inversionistas dedican todo su patrimonio a la adquisición de la franquicia, sin considerar un capital de trabajo para operar los primeros meses, o pensando que obtendrán las ganancias esperadas desde el primer día de apertura. Como cualquier otro negocio, una franquicia generalmente lleva una curva de posicionamiento entre los clientes, con la ventaja de que, al ser un negocio probado, se tiene ya un estimado de este tiempo. Aun así, son estimaciones, no garantías o promesas.
Solución
El inversionista, antes de comprar, debe revisar las proyecciones financieras y evaluar si son compatibles con su situación financiera. Pero no solo la marca y giro son determinantes para la generación de utilidades, el franquiciatario debe considerar que gran parte del éxito se encuentra en tener una ubicación idónea, y operar conforme a los lineamientos del franquiciante.
3. Cambios externos: gustos del mercado, legislaciones, etc.
Como en todo negocio, una franquicia está sujeta a factores fuera de su control, como son cambios de modas o preferencias del consumidor, cambio del entorno (obras públicas, por ejemplo), avances tecnológicos (hoy han desaparecido los giros de renta de películas), leyes gubernamentales, etc. En una franquicia, se tiene la ventaja de que este riesgo se enfrenta en conjunto con el franquiciante, no de manera aislada.
Solución
Es fundamental que el franquiciante sea una persona dispuesta a innovar. Para prevenir este riesgo, se recomienda hacer un análisis de mercado y del ciclo de vida del giro de negocio.
4. Falta de soporte y acompañamiento por parte del franquiciante.
Solución
Para evitar este riesgo, reiteramos la importancia de investigar a la franquicia, analizar sus contratos y, si es posible, entrevistar a otros franquiciatarios. Otro punto clave de prevención es el cumplimiento oportuno de los pagos de regalías.