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Una franquicia es un modelo de empresarial que cada vez tiene más crecimiento a nivel mundial. Se trata de una opción viable para muchos emprendedores porque, al afiliarse a una marca conocida, permite cierta seguridad de éxito; igualmente ofrece otro tipo de asistencia y capacitación que no se podrían obtener mediante un negocio propio.

La creciente popularidad de ellas ha permitido que se expandan hasta prácticamente todos los nichos comerciales existentes, de modo que, como comprador, uno puede comprar una franquicia en cualquier área de su interés. Éstas se han llegado a dividir en cuatro rubros principales que distinguen sus actividades económicas principales, el tipo de contratos que se establecen, el público al que están dirigidas y la capacidad de inversión del interesado.

Franquicia comercial

Este tipo de franquicia está muy bien desarrollada y es bastante común porque sus procesos de operaciones están muy estandarizados y, por tanto, pueden ser fácilmente reproducibles. Consisten en aquéllas donde el franquiciador cede al franquiciatario todo lo necesario para vender un producto o servicio, explotar un punto de venta o un tipo de mercado. Ello incluye una marca reconocida con la cual respaldarse, un producto con características específicas, planes de comercialización, entre otros. Los ejemplos más comunes son las empresas de teléfonos celulares, cafés, restaurantes o agencias de viajes.

Franquicia industrial

Como su nombre lo indica, en este tipo de franquicias se le cede al franquiciatario el derecho de fabricación de uno o varios productos específicos, así como las facilidades tecnológicas —es decir, las máquinas con qué realizarlos—, los modelos de comercio, de gestión y las técnicas de venta. Aunque suena complicado, realmente todo este proceso estandarizado es común y no pertenece exclusivamente a fábricas, sino que es el tipo de franquicia que utilizan, por ejemplo, las empresas de comida rápida.

Franquicia de distribución

Es semejante a la franquicia industrial aunque más enfocada a una parte del proceso. Un negocio de este tipo se encarga de distribuir productos pero sin contar con los derechos de fabricación de los mismos, los cuales se los reserva el franquiciador. Este modelo permite que el dueño de la marca asegure una amplia distribución y no es extraño que, con la debida administración, alcance cobertura internacional. El ejemplo más claro son las tiendas de ropa, donde las prendas se elaboran en fábricas centralizadas a partir de diseños listos para su producción masiva y las franquicias sólo se encargan de distribuirlas a los puntos de venta. Lo mismo sucede con las empresas de muebles.

Franquicias de servicio

Los modelos que se dedican a este rubro comercial tienen la característica de que trabajan con capital especializado. El negocio se encarga de prestar algún servicio que requiere de cierto conocimiento específico y que, por tanto, no cualquiera puede hacerlo. Por ejemplos tenemos a las escuelas de idiomas, a los negocios de traducción o a los que se dedican al mantenimiento de alguna tecnología delicada.

Además de estas clasificaciones, las franquicias también se pueden dividir por la estructura interna o el alcance de mercado; así, los contratos pueden ser individuales: una persona adquiere los derechos para un local o fábrica; múltiples: donde una persona o empresa tiene los derechos de la marca sobre un territorio específico para poner cierto número de locales o fábricas; regional: donde ocurre lo mismo sólo que establecido en territorios más grandes e; internacional, cuyo alcance atraviesa fronteras. Claro está que los últimos tres tipos están normalmente reservados para franquicias que son tan grandes y tan caras que no pueden ser adquiridas por individuos, por ejemplo, McDonalds, cuyos derechos se venden a alrededor de un millón de dólares.

Cualquiera que sea tu elección al comprar una franquicia, Expense Reduction Analysts te recomienda que hagas una investigación exhaustiva para conocer cuál es la que más conviene a tu perfil y que prefieras marcas que se han destacado como negocios individuales, demostrando su valor y probabilidad de éxito.