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Un modelo de negocio es la proyección que le das a tu empresa —o, en el caso de las franquicias, que te es dado para que, como franquiciatario, crezcas y tengas éxito. Así como es prácticamente imposible construir un edificio sin sus planos, un negocio sin modelo es, simplemente, andar a ciegas —que es, sin más, el camino directo al fracaso. Hoy, Expense Reduction Analysts, nos comparte por qué es importante revisar el modelo de negocio, antes de invertir en una franquicia.
El modelo de negocio debe responder a las preguntas de en qué consiste, a qué tipo de clientes se refiere, cuáles son las tareas que cumple, cuáles son las ganancias esperadas, cómo se busca cumplir sus objetivos y demás. En suma, todo lo que se necesita saber para entender en qué estás invirtiendo. Cuando uno intenta abrir un negocio independiente, este modelo, por supuesto, debe ser elaborado por el dueño, pero cuando se adquiere una franquicia, el modelo te es transferido como parte del know how de la empresa.
Tener un modelo bien establecido es esencial para que un negocio tenga éxito, pues, por ponerlo de alguna forma, éste marca el camino de crecimiento que tendrás y, ante cualquier duda, siempre puedes regresar a él para identificar posibles debilidades u obstáculos.
Así pues, ¿cómo saber que estás adquiriendo un buen modelo de negocios cuando inviertes en una franquicia? O, en resumidas cuentas, ¿cómo sabes que tu inversión se traducirá en ganancias en el futuro? Incluso cuando la economía tanto local como global es muy inestable en estos días, es interesante que los modelos de franquicias siguen creciendo; en efecto, mientras que el 60% de los negocios independientes no llegan a su segundo año, alrededor del 95% de las franquicias no tienen problemas en seguir en pie después de cinco años. Esto se debe, en buena medida, a que las franquicias exitosas saben vender un buen modelo de negocio, transferible a sus franquiciatarios. Ahora bien, esto no necesariamente significa que cualquiera puede comprar cualquier franquicia y tiene éxito garantizado.
Un buen modelo de negocio comienza contigo, es decir, debes analizar si tú, tus capacidades, tu conocimiento y tu experiencia laboral son adecuados para el tipo de franquicia que te interesa.
Si tras una consulta con la almohada, decides que invertir en una franquicia determinada es lo correcto para ti, tienes que revisar que el modelo de negocios que dicha franquicia te ofrece es verosímil. El concepto, por un lado, debe ser claro y estar bien delimitado: la franquicia tiene que ser transparente en qué es lo que intenta vender a sus franquiciatarios.
También es esencial que en el aspecto legal todo esté en regla y no haya ambigüedades de ningún tipo. Por otro lado, es fundamental que el know how que estás comprando sea, en efecto, transferible, es decir, que el conocimiento que involucra tal negocio sea fácil de entender, fácil de aplicar y suficientemente meticuloso como para considerar múltiples variantes y circunstancias que pueden presentarse en la práctica.
El know how es el grueso de la inversión que haces para obtener una franquicia, por tanto, debes esperar suficientes manuales de operaciones que te hablen de los distintos aspectos de la empresa, por ejemplo, marketing, administración, entrenamiento de empleados, operaciones diarias y demás. Finalmente, si es el caso, es imprescindible que la red de proveedores y el contacto en general con la red de franquicias sea accesible y continua. El objetivo, en suma, es poder replicar una forma de negocio.
Un buen modelo de negocios es imprescindible para que la franquicia en la que inviertas pueda despegar. Sin duda, este tipo de empresas no son inmunes al fracaso, pero, cuando buscas asociarte a una red de negocios aún mayor, con experiencia y buen nombre, tienes mejores oportunidades si ellos son serios y están comprometidos a que sus franquiciatarios tengan éxito.