buscando una franquicia
Actualmente son muchas las personas que están buscando una franquicia que se acercan a nuestro despacho pidiéndonos alguna recomendación, pero lo que resulta más común que pregunten es lo siguiente: “Dime, ¿cuál es la mejor franquicia?” o “¿Cuál franquicia es la más rentable?”
Otros comentan: “Me gustaría que me presentaran opciones de negocio que tengan las siguientes características:

  • Baja inversión
  • Posibilidad de financiamiento para la inversión
  • Alta rentabilidad
  • Fáciles de operar “

 
Lamentablemente, estos inversionistas están buscando lo que en teoría puede parecer la manera más fácil y rápida para hacer negocios, sin detenerse a pensar en lo siguiente:
¿Estoy listo para adquirir una franquicia? ¿Cuento con el perfil para ser un franquicitario? ¿Qué requisitos se necesitan? ¿Estoy lo suficientemente informado o contextualizado para saber en qué giro participaré? ¿Conozco mi posible competencia? ¿Sé específicamente en qué destinaré el dinero, producto del financiamiento que solicitaré? ¿Cuento con el suficiente capital de trabajo?  ¿Conozco el o los segmentos de mercado a los que estaré dirigido? ¿Tengo ya cuantificada el total de la inversión y el capital de trabajo requerido?
Pero sobre todo: ¿Tengo ya identificado el VALOR que le ofreceré a mis clientes, el que hace que la franquicia se distinga de las demás?
De acuerdo a datos de la Asociación Mexicana de Franquicias el 60% de los negocios independientes no completan el segundo año de vida. Es por ello que iniciar un emprendimiento con un esquema de franquicia, resulta sumamente atractivo.
Basándonos en la publicación de: “Los errores más comunes del emprendedor”, el error más común es que no cuenten con un plan de negocios; esto es, inician su emprendimiento sin tener una planeación previa y clara.  Esto es cierto, sin embargo, yo propongo que previo a desarrollar un plan de negocios –que en el caso de una franquicia, gran parte de la labor ya la hizo el franquiciante- busquemos como futuros franquiciatarios opciones de negocios basados en nuestros talentos. Por lo tanto, hagamos un ejercicio de introspección:
¿Qué me gusta hacer? ¿Para qué soy bueno? ¿Cuáles son las habilidades que tengo? ¿Dónde puedo crecer y aprender?
Muchas personas nos comentan: ¡No sé qué me gusta! ¡No sé para que soy bueno!
Nosotros les decimos, empieza al revés: ¿Qué es lo que no te gusta? ¿Qué te desagrada hacer? Haz una lista y así sabrás en que área no te debes involucrar.
Otra opción es que preguntes a tus allegados qué talentos ven en ti. Debes elegir a personas que te conozcan bien. Es recomendable elegir personas de diferentes grupos (familiares, amigos, compañeros de estudio o trabajo), para que puedas tener así una visión mucho más amplia de todo aquello que eres.
Seguramente te sorprenderás, ya que habrá talentos que tú no sabías que tenías, pero que otras personas identifican como parte de tu personalidad.
Una vez que conozcas tus talentos, que reconozcas tus gustos y habilidades, te será más fácil buscar opciones de negocios que vayan contigo. Es importante señalar que seguramente no tendrás todos los conocimientos y/o habilidades necesarias para ciertas opciones, pero debemos siempre considerar la posibilidad de buscar alianzas, con socios o colaboradores que complementen nuestras debilidades, y así unir talentos buscando un esquema de sinergia, que permita una mayor permanencia en el mercado.
Es vital que la figura franquiciante conozca qué perfil está buscando en un futuro franquiciatario; pero sobre todo, que el mismo franquiciatario sea el que se compare con dicho perfil y evalúe si cumple con él.
En esta fase de autodiagnóstico debes visualizarte y preguntarte si estás convencido de adquirir no solamente el negocio, sino todo lo que esa franquicia conlleva: operación, administración, control, etc.
Como futuro franquiciatario, la marca de la franquicia que decidas elegir, será parte de ti, por lo que deberás ser: “El embajador de la marca”, su principal promotor. Debes elegir una marca que te haga sentir orgulloso.
Todas las franquicias son rentables… si son operadas por las personas adecuadas.  Si el giro de negocio va contigo, lo disfrutarás, te gustará involucrarte, y sin duda, lo harás crecer y producir.  Pero si no es parte de tus creencias, valores, metas, si no forma parte de un proyecto de vida, no importa que tan bien esté resultando ese negocio para otros; contigo, no se explotará el potencial, te cansarás con el tiempo, y muy probablemente, no resulte en una buena inversión.
Basándonos en lo anterior, busquemos posibles ideas de negocio, que surjan precisamente de nuestros talentos. Busquemos primero dentro de nosotros: ¿Qué podemos aportar? ¿Qué tenemos que ofrecer? Para después buscar, qué nos pueden dar los demás.
Recuerda que tú eres tu mejor inversión, así no busques La Mejor Franquicia, Busca La Mejor Franquicia Para Ti, basándote en un profundo autoconocimiento.