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La franquicia es un modelo de negocio que permite la expansión de una marca, ayudando tanto al crecimiento del franquiciante como de los emprendedores que se integran a su red. Ofrece grandes ventajas sobre otros esquemas, es una alternativa atractiva, pero es necesario considerar los pros y los contras, antes de tomar una decisión.

En este documento hablaremos sobre los Riesgos de las franquicias, dividiendo estos en:

  1. Riesgos al franquiciar mi negocio
  2. Riesgos al invertir en una franquicia

Riesgo

Iniciemos por definir el riesgo. Riesgo es un evento incierto que, si ocurre, generará un resultado no deseado o diferente a lo esperado. Habitualmente relacionamos al riesgo con una connotación negativa (amenaza), sin embargo, esta no es implícita, ya que existen los riesgos positivos (oportunidades). Por obvias razones, nos preocupamos más por los negativos. Cada persona elige el nivel de riesgo que está dispuesto a aceptar, es decir, define su tolerancia al riesgo y es en base a este que toma sus decisiones futuras; de ahí la importancia de realizar una identificación y valoración de riesgos oportuna.

Cuando hablamos de franquicias, debemos estar conscientes de que, como todo modelo de negocio, también conllevan riesgos; conocerlos, nos hará tomar la mejor decisión sobre franquiciar mi negocio, o invertir en una franquicia, pero sobre todo, nos ayudará a prevenirlos y evitarlos.

 Riesgos de franquiciar mi negocio

El empresario que ha logrado éxito en su negocio y vislumbra el crecimiento por medio de franquicias, deberá considerar los siguientes riesgos:

  1. Que se dé un mal uso a su marca por parte del franquiciatario.

    Esto puede ocurrir si el franquiciatario ofrece productos o servicios diferentes a los autorizados, o con calidad diferente a la establecida, ya que el consumidor final generaliza que la marca es la que está mal, no esa sucursal.

    Solución

    Este riesgo se puede evitar con un análisis detallado de las obligaciones y cumplimientos que deben seguir los franquiciatarios, plasmando las mismas en manuales operativos claros y en un contrato de franquicia firme y con consecuencias aplicables en caso de violación a las reglas, y se puede reforzar con supervisiones periódicas. Podemos prevenirlo haciendo una selección adecuada del inversionista que se convertirá en nuestro franquiciatario y dando una capacitación completa.

  2. Resistencia al pago de regalías.

    Cuando esto sucede, el franquiciante no recibe el ingreso necesario para mantener y dar soporte a su red de franquicias, generando deficiencias en la marca. Para prevenir este riesgo, debemos primeramente hacer un análisis financiero del modelo de negocio, para que los montos a cubrir sean justos y autosustentables para ambas partes, y por otro lado, ser claros en la información comercial de la franquicia y garantizar que el inversionista está consciente y de acuerdo con los pagos que deberá erogar por este concepto.

    Solución

    Evitaremos este riesgo si como franquiciante cumplimos cabalmente con nuestra obligación de asistencia técnica y el franquiciatario percibe el valor recibido a cambio de su pago.

  3. Otorgamiento informal de la franquicia.

    Aunque este evento está completamente bajo el control del franquiciante, es más común de lo que debería el otorgar franquicias “de palabra”, sin un contrato, sin haber entregado una Circular de Oferta de Franquicia o sin realizar un proceso de selección adecuado del franquiciatario. Esto generará problemas para el cumplimiento de los estándares, dificultad en la relación y, por supuesto, devaluación de la marca.

    Solución

    Claramente, es de los riesgos más fáciles de evitar con una estructura legal y comercial adecuada antes de otorgar una franquicia o uso de marca.

  4. Divulgación de secretos.
    Uno de los riesgos que más temen el franquiciante, es que el franquiciatario viole el convenio de confidencialidad o que en el futuro se vuelva un competidor.

    Solución

    La mejor forma de evitarlo es con las firmas de convenios de confidencialidad, no solo para el franquiciatario, también para sus empleados y todos aquellos que tengan acceso a la información de la franquicia, y con un contrato de franquicia que refuerce las obligaciones de confidencialidad y no competencia.