Dejemos atrás los 365 días de nuestra vida. Las celebraciones nos ponen nostálgicos y llenos de ilusión para los planes que vienen, para lo que nos espera en esta nueva aventura llamada 2017. Por ello, es momento de cerrar el ciclo, disfrutar lo aprendido y, principalmente, reflexionar en temas como:
- Las mejores y peores experiencias personales y empresariales. ¿En qué te equivocaste?, ¿cuál fue la lección más dura?, y sobre todo ¿qué aprendiste de ello?
- Los retos o propósitos logrados y aquellos que no cumpliste.
- Las oportunidades que detectaste en tu empresa y lo que hiciste al respecto.
- El resumen de tu vida.
- El costo de tus decisiones.
En esta etapa de introspección, toma un tiempo para pensar en el costo de las decisiones que has tomado a lo largo de tu vida para que sepas elegir mejor en 2018 y en adelante.
Cabe definir exactamente qué es el costo de una decisión. En el ámbito empresarial, es la acción que emprendes después de “identificar, evaluar y aprovechar las distintas oportunidades que te presenta el análisis de datos para generar valor en tu organización”.
En el personal, es exactamente lo que cuesta tomar una decisión por encima de otra.
Por ejemplo: quienes gustan de practicar ejercicio por las mañanas tienen claro que deben despertarse antes que el promedio de la población en México.
El costo de esa oportunidad o decisión es el mantener una mejor salud que el resto que no se levanta temprano.
En cambio, para todos aquellos que no se levantan temprano, su costo de oportunidad podría ser dormir un poco más, o bien, acumular sentimientos de culpa, al no realizar ninguna actividad que beneficie su salud.
Así, el costo de las decisiones de hacer ejercicio por las mañanas es:
• Positivos:
Tu salud mejorará. Podrás oxigenar mejor tus ideas. Encausarás a tu familia, amigos y demás, siendo un ejemplo para ellos.
• Negativos:
El metabolismo cambia con la edad. La sangre correrá más lento por tu cuerpo.?La calidad de vida puede disminuir?
De la misma manera, los costos en las decisiones empresariales podrían ser:
• Positivos:
Capacidad para innovar. Capacidad para reaccionar y reponerse. Trabajo en equipo.
• Negativos:
Posibilidad de resistencia a la decisión. Ambiente tenso. Posibles renuncias de capital humano. En cualquiera de los casos, tienes que pensar que ese costo de las decisiones que tomas te traerán agradecimientos y remordimientos.
El secreto está en saber vivir con ellos y ver, en todo momento, cuáles te traerán mejores resultados en el próximo capítulo de tu vida, el cual inicia en el minuto cero del próximo 1 de enero.
Define tu estrategia y toma las mejores oportunidades en el año. El dios Tonatiuh, de la mitología azteca, dijo alguna vez: “las oportunidades no son producto de la casualidad, más bien son el resultado del trabajo».