mercados
México está en sus mercados. Tan sólo en la Ciudad de México y en el Estado de México se calcula la existencia de casi 1,000 mercados, que se suman a los más de 1,000 tianguis (mercados sobre ruedas) que existen también; todos ellos son importantes para la cadena de suministro básico de la sociedad en niveles medio y bajo, principalmente.
Sin embargo, los supermercados, en donde se consumen el 80% de las compras de la canasta básica de los mexicanos, literalmente “se están comiendo el mandado” de los mercados ancestrales. Reflexionemos: en el mercado no se preocupan por satisfacer las necesidades de los clientes. En el supermercado, sí.
Momento, no es que seamos duros con las tiendas de autoservicio, para nada, lo único que resalto es la posible e inherente muerte de la compra-venta en el mercado como lo conocimos; y el posible resurgimiento del concepto de la mano de la palabra “gourmet”, “delicatessen”.
Decidí planear una mini estrategia, aplicando el neuromarketing, en donde resalte el valor de lo tradicional en cada mercado del país.
Primero que nada, hay que definir el neuromarketing como la rama de la neurociencia y la neuropsicología, en donde se estudian las respuestas del cerebro ante la publicidad. Brinda la respuesta sobre el proceso de una marca que conecta emocionalmente con el consumidor.
Una serie de pasos funcionaría para dar publicidad a los mensajes y, en teoría, ayudar a renacer mercados, negocios o cualquier producto.

1. Abrir los ojos.

Enfocarse en lo que prefiere la gente. En el mercado, una de las necesidades básicas a cubrir es la alimentación, por lo cual hay que enfocarse en los locales de frutas, verduras, carnicerías, etcétera.

2. Sencillez.

Dejemos a un lado los diseños complejos y las operaciones mecánicas. La calidez de una señora que nos vende la mejor fruta de la estación puede tener mayor credibilidad.

3. No todo lo que se vende en el mercado es bueno.

Por ello, enfoquémonos en la relación del consumidor y los productos dañinos.

4. Deja algo a la imaginación.

Esto para que los consumidores terminen la imagen de la manera en que a ellos les plazca.

5. Aplica las formas redondas.

Por alguna razón, el cerebro humano prefiere las curvas y formas redondas. Tómalo en cuenta para la mercadotecnia.
Las acciones adicionales son en beneficio de los comerciantes y de los clientes, por ello, es muy importante desarrollar un plan en donde el mercado convierta y proteja esa nostalgia, desarrollando productos tangibles, cuya calidad sea indiscutible y diferenciada.